Ya conociendo las generalidades, signos, síntomas y factores de riesgo
del Ictus te describiré unas recomendaciones que en si son una serie de hábitos
saludables para evitar sufrir un ictus:
Llevar una dieta rica y saludable: Esta dieta también tiene que tratar de evitar el colesterol LDL, lo
que se consigue reduciendo las grasas saturadas. Además, así se evitan
problemas de obesidad: una persona debe mantener su índice de masa corporal por
debajo de 25 para reducir el riesgo de ictus.
Realizar ejercicio de forma habitual y moderada: Los problemas derivados de una vida sedentaria pueden provocar otros
problemas que a su vez causan ictus.
No Fumar: Además, la exposición pasiva al tabaco
también aumenta la probabilidad de sufrir un ictus.
Moderar el consumo de alcohol: El consumo de alcohol no debe superar los 60 gramos al día, pero esto
no significa que haya que evitarlo a toda costa: aquellas personas con un
consumo leve (menos de 12 gramos al día) o moderado (entre 12 y 24 gramos al
día) de alcohol tienen menos probabilidades de sufrir un ictus que aquellas
personas que no lo consumen. En realidad no se recomienda, no porque no
funcione, sino por el exceso al que estamos sometidos los seres humanos, por la
falta de apego que esto resultaría, una persona difícilmente se limitara a
consumir los 12 gramos recomendados.
Llevar un control de la Presión Arterial de forma regular: En aquellas personas que no hayan sufrido un ictus anteriormente la
tensión arterial debería ser inferior a 140/90 mmHg, y para diabéticos o
personas que ya hayan sufrido un ictus, inferior a 130/80 mmHg, aunque lo ideal
sería que la presión arterial de toda persona sea 120/80 mmHg pero gracias a
muchos factores a los que nos sometemos día a día (estrés, mala alimentación,
vida sedentaria, etc.) es casi imposible llegar a mantener ese valor.
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