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martes, 8 de diciembre de 2015

Osteoartritis Tratamiento

 
¿Cómo se Diagnostica?
Por lo general su médico diagnostica la osteoartritis basándose en su historial clínico y en un examen físico. Sin embargo, es posible que su médico también recomiende procedimientos adicionales, tales como radiografías, que ayudarán a confirmar el diagnóstico, a eliminar otras causas de dolor y a determinar la magnitud del daño sufrido por las articulaciones. La aspiración articular, un procedimiento a través del cual el líquido es retirado de las articulaciones afectadas para ser examinado, podría utilizarse también a fin de descartar otras enfermedades.

¿Qué Opciones de tratamiento existen?
Un buen programa de tratamiento puede ayudarle a disminuir el dolor y la rigidez de las articulaciones, a mejorar el movimiento de las mismas y a aumentar su capacidad para llevar a cabo actividades cotidianas. Se diseñará un plan exclusivamente para usted, el cual deberá incluir una combinación de terapia física y/u ocupacional, ejercicios aeróbicos suaves, control del peso, educación del paciente y medicamentos. Si estas medidas no producen resultados, podría darse consideración a la intervención quirúrgica.
Su programa de tratamiento dependerá de la severidad de su enfermedad, las articulaciones afectadas, el tipo de síntomas y otros problemas médicos. También se tendrá en cuenta su edad, ocupación y sus actividades cotidianas. Trabajará en colaboración con su médico y otros profesionales de la salud, tales como terapeutas físicos y ocupacionales, con el fin de garantizar que el programa se adapte a sus necesidades. 
El papel de la actividad física.
Una de las mejores cosas que puede hacer para su Osteoartritis es sencillamente moverse. Pudiera parecer contradictorio, especialmente cuando le duele el cuerpo, pero moverse es verdaderamente la mejor medicina para el dolor. A diferencia de otras enfermedades, el ejercicio se considera parte del tratamiento para la Osteoartritis, quizá la parte más efectiva del tratamiento, y no solo una forma de lidiar con la enfermedad. El Colegio Americano de Reumatología recomienda el ejercicio, particularmente el ejercicio acuático, en sus lineamientos para tratar la Osteoartritis de rodilla y de cadera.
Por supuesto, deberá hablar con su médico antes de iniciar un programa de ejercicios. Así se le harán recomendaciones sobre qué es lo mejor para usted y le podrían diseñar un plan fácil de seguir. Debe tratar de hacer tres tipos de actividad física con regularidad:

Estiramiento.
Los estiramientos lentos y suaves pueden ayudarle a prevenir la rigidez de las articulaciones y hacer que sea más fácil comenzar a moverse por la mañana. El yoga y el tai chi pueden ser útiles para los individuos con artritis. Este tipo de ejercicios puede mejorar la flexibilidad, aumentar la fuerza muscular y ayudarle a relajarse. Hable con su doctor antes de comenzar un programa de ejercicios.
Si usted no cree estar listo para una clase de estiramiento, como yoga o tai chi, su médico o fisioterapeuta puede enseñarle unos estiramientos suaves para hacer en casa.

Actividad aeróbica.
Realizar actividades físicas de forma habitual es sumamente importante si se quiere tener éxito al controlar la Osteoartritis. Hacer ejercicios proporciona muchos beneficios, como la disminución del dolor. Los ejercicios aeróbicos acuáticos, caminar y ejercicios en bicicleta estacionaria causan menos tensión sobre las articulaciones y son buenos para su condición física general.
Son importantes también los ejercicios que fortalecen los músculos que rodean las articulaciones afectadas. Pida que los integrantes de su equipo médico le ayuden a diseñar un programa que se adapte a sus necesidades específicas. 

Ejercicios de fortalecimiento.

Son importantes también los ejercicios que fortalecen y/o acrecientan la resistencia de los músculos que rodean las articulaciones afectadas. Cuando los músculos que rodean una articulación se debilitan, la articulación pierde su capacidad de funcionar adecuadamente. Pida que los integrantes de su equipo médico le ayuden a diseñar un programa personalizado.

Ejercicios de flexibilidad y equilibrio.
Para ayudar a prevenir caídas, trate de hacer ejercicios suaves de elasticidad o flexibilidad diariamente. Cuando realice ejercicios de fortalecimiento muscular, debe añadir algunos estiramientos; siempre estire los músculos cuando se encuentren calientes para minimizar lesiones. Finalmente, agregue ejercicios para mejorar el equilibrio, reduciendo así su riesgo a caídas. El tai chi o el yoga son buenas opciones, caminar hacia atrás o pararse en un pie sirve para practicar el equilibrio. 

Nutrición y Control de Peso

Mantenerse en su peso recomendado o perder peso si éste es excesivo trae muchos beneficios, tales como vivir una vida más larga y ayudar a prevenir la Osteoartritis de las rodillas. Con ello disminuirá el dolor al reducir la tensión sobre las articulaciones que cargan con el peso (caderas, rodillas, espalda y pies). También le ayudará a verse y sentirse mejor.
La regla para adelgazar consiste en ingerir menos calorías y aumentar la actividad física. La investigación ha demostrado que por cada libra de más, se ejercen 4 libras adicionales de presión sobre su rodilla. Perder tan sólo unas cuantas libras, si tiene sobrepeso, puede tener un impacto positivo.
Tampoco hay una dieta para la Osteoartritis, pero en general debe seguir una dieta balanceada, basada en alimentos de origen vegetal, como lo indica la FDA (Food and Drug Administration). Unos dos tercios de su alimentación debe consistir de frutas y verduras, además de cereales integrales y el resto incluir proteína magra.

Dispositivos de asistencia.
Los dispositivos de asistencia a menudo ayudan a aquellos que tienen dolor o cuya inestabilidad limita su actividad física y no son elegibles para someterse a una operación, o bien desean posponerla. Estos dispositivos de asistencia pueden auxiliar a disminuir el dolor y a mejorar su habilidad para moverse.
Soportes, férulas, entablillados y aparatos ortopédicos, son ejemplos de artefactos que brindan apoyo externo para ayudar a estabilizar las articulaciones, darles mejor apoyo, corregir su alineación o evitar que la articulación se deforme aún más. Algunos, como las rodilleras elásticas o de neopreno se pueden adquirir sin necesidad de receta en farmacias y tiendas de artículos médicos. Su doctor le puede recomendar otros dispositivos de asistencia, como abrazaderas para las rodillas, férulas y calzado ortopédico que son hechos a la medida por un terapeuta físico, ocupacional o por un ortopedista. Se pueden fabricar de muchos tipos de plástico, metal, cuero o espuma moldeable.
Los bastones y caminadores son dispositivos de asistencia diseñados para ayudarle a apoyar sus articulaciones y/o dejar descansar la articulación mientras efectúa sus tareas cotidianas. Funcionan permitiéndole eliminar algo del peso de la articulación afectada, o descargar la articulación, mientras camina, se para o completa actividades funcionales que requieren que esté de pie o andando. Consulte con su equipo médico antes de emplearlos para asegurar su uso apropiado y que le queden bien.
La cinta patelar, aplicada correctamente por el fisioterapeuta, ha demostrado que disminuye el dolor y estabiliza la rodilla en quienes tienen Osteoartritis patelofemoral.
Recuerde evitar usar los aparatos de asistencia por periodos prolongados, a menos que así se lo indique su doctor o terapeuta. Ello puede debilitar las articulaciones que están inactivas. Deje de emplearlos por algún tiempo y siempre úselos según sean las indicaciones.

Terapia física y ocupacional.
Usted podría descubrir que la Osteoartritis limita ciertas actividades, tales como caminar, bañarse, vestirse, subir escaleras y realizar quehaceres domésticos. Los terapeutas físicos y ocupacionales pueden ayudarle a mejorar su capacidad para realizar dichas actividades cotidianas al:
  • Mejorar el rango del movimiento de las articulaciones, su resistencia y fuerza muscular;
  • Proporcionar dispositivos de asistencia tales como bastones, muletas, caminadores, aparatos ortopédicos o plantillas para el calzado;
  • Enseñarle cómo utilizar correctamente la terapia de calor y frío; y
  • Enseñarle los principios del uso adecuado de las articulaciones y conservación de energía.
Entre los beneficios de la terapia física y ocupacional se incluyen: menos dolor, mayor facilidad al efectuar las actividades diarias y menos tensión sobre las articulaciones.

Medicamentos.
Controlar el dolor es la parte más compleja del manejo de la Osteoartritis. El dolor crea un círculo vicioso de inactividad, lo que conduce a más dolor, y por ende a mayor inactividad. La naturaleza impredecible del dolor y la fatiga que le acompaña, junto con el impacto en su habilidad de efectuar labores cotidianas, pueden llevarle a la depresión. No obstante, los estudios demuestran que la mayoría de las personas controlan sus síntomas de Osteoartritis mediante la actividad física, la terapia física u ocupacional o alguna de las técnicas antes mencionadas.
Sin embargo, su médico puede recomendarle medicamentos que ayuden a aliviar el dolor. Estos pueden disminuir el dolor lo suficiente como para iniciar un programa de ejercicio. Algunos medicamentos se toman diariamente, otros no. Su médico decidirá cuál es el mejor medicamento y dosis para usted.
Aquí hablamos sobre los medicamentos para la Osteoartritis más comunes. 
Analgésicos Narcóticos y No Narcóticos.
Los analgésicos son medicamentos que alivian el dolor. El acetaminofeno (Tylenol) es un analgésico no narcótico que se usa frecuentemente para aliviar el dolor. No reduce la inflamación o la hinchazón que a veces acompañan a la OA, pero es útil cuando el problema principal es el dolor y es menos dañino que los AINE (antiinflamatorios no esteroides) para la mayoría de la gente (véase la siguiente sección). Aunque el número de efectos secundarios potenciales debidos al acetaminofeno es pequeño, hay un riesgo de daño o insuficiencia hepática cuando se ingieren dosis altas. No tome más de 4,000 miligramos en total al día. Lea cuidadosamente las etiquetas de todas las medicinas que consume, ya que el acetaminofeno es un ingrediente que se añade a muchos medicamentos de venta libre o por receta. Esto causa que algunas personas tomen dosis diarias mayores de las necesarias. No beba alcohol cuando esté bajo el medicamento.
El Tramadol (Ultram) es un fármaco tipo narcótico que se expide con receta que puede brindar mayor alivio del dolor que el acetaminofeno. Los analgésicos narcóticos se usan ocasionalmente para el dolor moderado o severo. Pueden resultar en narcodependencia y tolerancia si se usan por mucho tiempo, lo cual hace que cada vez se deba aumentar la dosis para obtener alivio. Los analgésicos narcóticos incluyen codeína y oxicodeína. Los efectos adversos de los analgésicos narcóticos son mareo, náuseas y estreñimiento. Los individuos con problemas de adicción a ciertas drogas o al alcohol no deben consumirlos.
Siempre infórmese con su doctor de los posibles efectos secundarios de cualquier medicamento, sea de venta libre o por receta que esté tomando. 
Los AINE
Los medicamentos anti-inflamatorios no esteroides (con siglas AINE), ayudan a reducir el dolor, la rigidez y la hinchazón de las articulaciones. Además de la aspirina, el ibuprofeno (Advil), el naproxeno (Aleve) y el ketoprofeno, cuya venta no está restringida, hay muchos tipos de AINE disponibles con receta médica para tratar la OA.
La ingestión de AINEs también podría conllevar problemas más serios, como úlceras o hemorragia gastrointestinal. Si experimenta alguno de estos efectos secundarios, su doctor le podrá prescribir otro tipo de medicamento que no produzca dichos efectos. Es posible que su médico le recomiende tomar los medicamentos con comida para evitar los síntomas relacionados con problemas estomacales.
Casi todos los AINE generalmente presentan efectos antiinflamatorios y analgésicos similares. No deberá ingerir aspirina (excepto la dosis para bebés) mientras está bajo AINE o mezclar diversos AINE, a menos que se lo aconseje su doctor.
El inhibidor COX-2 celecoxib (Celebrex), es una subcategoría de AINE, que ha demostrado ser menos dañina para el estómago. Sin embargo, conlleva riesgo de ataque cardiaco y derrame cerebral en dosis mayores de 200 mg al día. Todos los AINE, incluyendo los inhibidores COX-2, poseen el riesgo de provocar una caída de la función renal.
Es fundamental que hable con su médico sobre los beneficios potenciales y riesgos del medicamento, y colabore con su doctor mientras lo esté tomando para que vigile qué tal le funciona. Notifique a su doctor de cualquier interacción negativa que tenga mientras esté bajo este régimen farmacológico.

Esteroides Inyectables.
Los esteroides más comúnmente empleados en el tratamiento de la OA son los corticosteroides. Están relacionados con la cortisona, una hormona natural del cuerpo. Pueden inyectarse en la articulación después de una aspiración articular con el fin de aliviar el dolor y la hinchazón que se asocian con la OA. Las inyecciones de corticosteroides en las mismas articulaciones se limitan generalmente a tres o menos por año, debido a que las inyecciones repetidas en articulaciones que llevan peso, tales como las caderas o rodillas, pueden resultar en daños al cartílago.

Analgésicos Tópicos.
Los analgésicos tópicos y vienen en forma de cremas, geles, parches, ungüentos o aerosoles que se aplican sobre la piel que cubre una articulación dolorida. Contienen combinaciones de salicilatos, irritantes cutáneos y anestésicos locales para aliviar el dolor. Los salicilatos, tales como el metilsalicilato, funcionan mediante la estimulación del flujo sanguíneo. Los irritantes estimulan las terminaciones nerviosas de la piel para producir sensación de frío o calor, los cuales distraen la atención del dolor en sí.
Las sustancias tópicas para aliviar el dolor que contienen capsaicina funcionan al reducir la cantidad de sustancia P, la cual envía señales de dolor al cerebro. No debe utilizar analgésicos tópicos con terapias de calor. Emplearlos al mismo tiempo puede causar quemaduras y daño grave.

Suplementos nutricionales.
Algunos suplementos nutricionales, tales como la glucosamina y el sulfato de condroitina, se utilizan en el tratamiento de la osteoartritis. Ambas son sustancias naturales que se encuentran en el cartílago. Algunos investigadores creen que estas sustancias podrían ayudar a reparar y mantener el cartílago. Algunos estudios han demostrado que estos suplementos proporcionan el mismo alivio del dolor que los AINE en ciertos casos de dolor de Osteoartritis; otros tienen resultados mixtos. Aunque en el país los suplementos no se reconocen como tratamiento, los doctores británicos los emplean como segunda opción en el tratamiento de la Osteoartritis de rodilla. Informe a su doctor si está tomando algún suplemento. 
Terapia con ácido hialurónico.
La terapia con ácido hialurónico consiste en inyectar la articulación de la rodilla con hialuronato, sustancia que se encuentra en forma natural en el líquido de las articulaciones y que ayuda a lubricar y amortiguar la misma. En las personas que sufren de Osteoartritis de la rodilla, la inflamación hace que el hialuronano se desgaste.
El hialuronano de sodio (Hyalgan, Supartz) y el hilán G-F 20 (Synvisc) son dos tipos de terapia con ácido hialurónico aprobados por la FDA para el tratamiento de la Osteoartritis de la rodilla. Las inyecciones de hialuronano se aplican directamente en la articulación de la rodilla una vez por semana durante un período de tres a cinco semanas, según el producto que se utilice. Los efectos secundarios podrían incluir dolor en el lugar de la inyección. Dígale a su doctor si tiene alguna alergia a alimentos, colorantes, conservadores o animales antes de que le pongan la inyección. No hay evidencia convincente aún de si esta terapia cambia el curso natural de la Osteoartritis o representa un beneficio en términos de dolor. 

Cirugía.

La mayoría de quienes tienen Osteoartritis jamás necesitarán someterse a una operación. Sin embargo, la cirugía podría ser útil si existen grandes daños en las articulaciones, dolor persistente en las mismas y discapacidad debido a la limitación del movimiento articular.
La artroscopía permite examinar directamente el interior de la articulación para poder determinar hasta qué punto está dañado el cartílago. Además, la artroscopía puede utilizarse también para retirar piezas del cartílago dañado en las etapas tempranas de la artritis o para alisar la superficie del cartílago. Estos procedimientos pueden ayudar a disminuir el dolor y a mejorar las funciones de aquellos con OA de la rodilla.
Los transplantes de cartílago se han ejecutado en personas con defectos localizados en el cartílago, generalmente causados por una lesión. Estos no han sido aprobados para su uso en la OA, donde el desgaste y pérdida del cartílago es mucho más extensa.
La osteotomía corrige la deformidad de los huesos al cortar y volver a colocar el hueso en una mejor posición. La osteotomía de la tibia (espinilla) se efectúa con el fin de cambiar la posición de la pierna que carga más peso de manera que el peso recaiga sobre el cartílago sano y se reduzca el dolor de rodilla. Esta intervención se ha vuelto mucho menos común desde el surgimiento de la cirugía de reemplazo de articulaciones.
La artroplastia articular total consiste en revestir de nuevo la superficie de la articulación que haya sido destruida por la artritis. Los cirujanos pueden reemplazar o reparar las articulaciones dañadas con articulaciones artificiales de metal, plástico o cerámica.
El reemplazo total de articulaciones ha sido realizado ampliamente por muchos años, y los resultados son excelentes, especialmente en caderas y rodillas. Otras articulaciones, como hombros, codos y nudillos también se pueden reemplazar. Con nuevos materiales, mejores métodos quirúrgicos y una comprensión más amplia de la articulación de reemplazo, este tipo de operación ha hecho que muchas personas que estaban seriamente discapacitadas vuelvan a ser activas. Sin embargo, los implantes no duran para siempre. Hable con su médico sobre cuál es el mejor momento para considerar esta opción.

Tratamientos no farmacológicos.
Además de mantenerse activo y adelgazar, puede combatir el dolor de la artritis con algunos remedios comprobados, como los siguientes:
  • Tratamientos de calor y frío. En general se aplican directamente sobre la parte dolorosa, el calor puede ser más útil para el dolor crónico y el frío para el dolor agudo. Puede emplear bolsas de verduras picadas congeladas, que se amoldan muy bien al cuerpo o fomentos de agua caliente.
  • Técnicas de relajación. Entrene los músculos a que se relajen y desacelere los pensamientos con técnicas de respiración profunda, imágenes guiadas y visualización, entre otras.
  • Masajes. Las investigaciones demuestran que los masajes pueden ayudar a aliviar el dolor de la artritis, mejorar la función articular y disminuir el estrés y la ansiedad.
  • Acupuntura. La acupuntura es la práctica de insertar agujas finas en el cuerpo sobre puntos especiales llamados “meridianos” para aliviar el dolor.
  • Actitud positiva. Diversos estudios han demostrado que una disposición positiva puede reforzar al sistema inmunológico e incrementar la capacidad de manejar el dolor.
¿Quién tiene riesgo?
La tendencia a desarrollar osteoartritis aumenta con la edad y afecta tanto a hombres como a mujeres. Hasta los 45 años, la Osteoartritis es más común entre los hombres; después de dicha edad, se hace más común entre las mujeres.
Aunque la Osteoartritis afecta a millones de personas, sólo un pequeño porcentaje de éstas presenta síntomas obvios a causa de ella. La osteoartritis es una afección seria pero se puede controlar; la mayoría de las personas mejora gracias al tratamiento. Es importante obtener el diagnóstico correcto y trabajar con su médico a fin de diseñar un plan de tratamiento adecuado.

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